Las instituciones universitarias están insertas en el complejo circuito de comunicación con diferentes públicos; alumnos, docentes e investigadores, graduados, staff interno y público en general. Desde nuestra experiencia de comunicación institucional en diversas universidades de Argentina, es esencial reconocer que la comunicación agrega valor de forma permanente a la actividad universitaria que se sintetiza en la misión esencial de la universidad: la formación de futuros profesionales, intelectuales y científicos como así también la difusión de conocimientos invalorables para el desarrollo de una sociedad (1).

En ese sentido, debemos tener en cuenta que dentro de las estructuras universitarias (agrupadas en facultades, escuelas, institutos, etc. y divididas en áreas, secretarías estratégicas y subsecretarías de comunicación) urge la necesidad contar con un diagnóstico que nos permita entender sus necesidades y objetivos estratégicos de comunicación, de manera de poder conocer el escenario en que se encuentra inserta la institución como así también las acciones que se precisan para mejorar sus procesos comunicativos. Están necesidades estarían expresadas tanto en la comunicación de la universidad puertas afuera, comunicación externa hacia sus públicos estratégicos, como puertas adentro, en términos de sus procesos de comunicación interna.

A su vez, las universidades suelen medir su actividad en función de su matrícula, cantidad de alumnos que justifica una cierta cantidad de docentes como así también desde su producción científica, publicaciones y proyectos de investigación, con lo cual es necesario dar una visibilidad permanentemente a sus actividades destacadas pero al mismo tiempo hacerlo cuidando la  identidad y filosofía primordial de la institución. No es menor el hecho de enunciar que las herramientas de comunicación pueden contribuir, directa o indirectamente, a estos objetivos.

Otra recomendación a la hora de comunicar los valores de la universidad sería medir en forma contínua las expectativas e intereses de sus públicos primarios, especialmente sus alumnos, y el nivel de satisfacción de los mismos. Esta última cuestión es eminentemente cualitativa y estaría expresada en encuestas de opinión.

Desde este punto de vista, es necesario investigar y sondear.  Para ello ayudarán diferentes instrumentos de evaluación institucional que involucren fundamentalmente a la comunicación interna: desde  el clima interno de la institución, al desempeño de sus empleados y el nivel de  integración a la cultura de la organización, cuestión que en diversas oportunidades no suele ser contemplada en los ámbitos universitarios.

Partimos de la base de que cada universidad o facultad como institución compleja mejorará su perfomance en la comunicación con sus públicos si logra una coherencia entre lo que dice (discurso), hace (acción) y es (identidad). Para lograr esta coherencia sería imprescindible que atienda a la comunicación con sus docentes e investigadores, empleados de planta, personal jerárquico y voceros, quienes terminan siendo los principales portavoces de la institución.

Como patrón común, todas las universidades, así sean públicas o privadas, lucrativas o no lucrativas, pretenden realizar su actividad brindando una formación de calidad. No es menor hablar de «calidad» en el contexto más macro de un país que busca salvaguardar permanentemente  la calidad educativa como condición sin equa non de las instituciones que integran dicho sistema.

La calidad académica es un atributo muy importante que debe regir el trabajo de comunicación e imagen de la institución. Transmitir esta calidad desde la actividad del día a día de la institución será muy importante en el proceso de comunicación y consolidación de imagen. Al mismo tiempo, la calidad está unida al prestigio desde el punto de vista de la historia y trayectoria de la institución, sus referentes, el plantel de profesores e investigadores, publicaciones destacadas, premios obtenidos, infraestructura y servicios, actividades culturales y de extensión, etc.

Indicadores como calidad, prestigio, profesionalismo, innovación, solidez, vocación docente, espíritu pionero, historia y trayectoria, interdiscipinariedad, investigación, transferencia de conocimiento, entre otros, son algunas de las variables que han aparecido en nuestros diferentes asesoramientos que nos permiten actualizarnos en la materia.

Por último, no es el propósito de esta publicación ponderar lo que se ha dado en llamar «marketing educativo», cuestión que muchas veces puede generar confusiones o interpretaciones erróneas. Pero sí considerar a la comunicación institucional como un vector estratégico de apoyo a la actividad principal de las universidades argentinas y latinoamericanas.

Adenda

Para mayor información recomendamos el estudio institucional realizado por Marta Isabel García Rivas, sobre el caso de la Universidad de Murcia, España: http://dspace.si.unav.es/dspace/bitstream/10171/8034/1/20091007103223.pdf

En el próximo post compartiremos algunos estudios y comparaciones referentes a la comunicación de la identidad de diversas universidades argentinas.

(1) http://www.houssay.org.ar/hh/discurso/univsoci.htm